El nácar multicolor seduce con sus brillantes reflejos que evocan el juego de la luz sobre la superficie del agua. Derivado de las conchas interiores de los moluscos perlíferos, se tintado para revelar una paleta de colores deslumbrantes: rosa, azul, verde, dorado... Aunque sus tonos no son naturales, el material en sí sigue siendo noble y orgánico. Conserva las cualidades simbólicas y sensoriales del nácar: suavidad, intuición, armonía. Hoy se utiliza mucho en joyería y artesanía decorativa.