En las civilizaciones mesoamericanas, sobre todo aztecas y mayas, la obsidiana se consideraba una piedra sagrada. Se utilizaba para fabricar cuchillos rituales y puntas de flecha, pero también para hacer espejos adivinatoriosutilizado por los chamanes para comunicarse con los espíritus. Se dice que el emperador Moctezuma poseía un espejo de obsidiana negra en el que consultaba los presagios. En Europa también se han encontrado puntas de obsidiana en restos neolíticos, prueba de su valor desde las primeras sociedades humanas.